Vires in numeris, «La fuerza está en los números»
Cada transacción realizada a través del blockchain permite que todas las personas en el mismo sistema las aprueben, para realizar un intercambio de información más transparente y seguro. Las criptomonedas ofrecen algo realmente innovador: encriptación, descentralización, y por ende, democratización. Gracias a este complejo sistema criptográfico, estas criptomonedas son más seguras ante intentos de falsificación, ataques o duplicación.Ahora, enviar bienes inmateriales es tan fácil como enviar un email. De la misma manera que existen direcciones de correo electrónico, existen direcciones digitales que nos permiten enviar y recibir información, de una forma descentralizada y sin intermediarios.
Si las criptomonedas son tan perfectas, ¿cuál es el problema?
Bueno, como ya he mencionado antes, las criptomonedas, a diferencia del dólar o del oro, se encuentran respaldadas en las validaciones que hacen los usuarios en cada transacción. Sin embargo, para realizar todas estas validaciones se requieren grandes cantidades de energía, que en ocasiones resultan muy contaminantes. Uno de los propósitos de la criptografía no solo es dar seguridad a cada transacción, sino también crear nuevas unidades de criptomonedas —a esta actividad se le conoce como minería—. Las nuevas unidades de criptomonedas se «minan» al hacer que las computadoras resuelvan algoritmos matemáticos complicados. Una vez resuelto, se crea una moneda y su nacimiento queda registrado con una firma digital que garantiza su autenticidad y singularidad. Finalmente, se anuncia al resto del sistema.
Esta minería requiere enormes cantidades de potencia informática. Según algunas aproximaciones, la electricidad que se requiere para minar criptomonedas puede ser igual a la que utilizan 3 millones de casas en Estados Unidos. China es el país que mina más bitcoins en todo el mundo, consumiendo enormes cantidades de energía todos los días. China sigue utilizando carbón para producir electricidad, por lo que minar en este país no es para nada sustentable.
Por otro lado, ninguna criptomoneda produce algún bien material. Además, existen transferencias que no tendrían por qué validarse siempre, ya que suponen un intercambio entre personas que se conocen; por lo que la utilidad de las cripto es aún debatible en varias áreas.
Algunas de las preguntas que tenemos que hacer en un futuro próximo, es si necesitamos criptomonedas para descentralizar la economía global y cómo podrían realizarse estas transferencias, minando al mismo tiempo, sin consumir tanta energía.
En la siguiente entrega, hablaré de las diferentes maneras en las que se validan las transacciones en las criptodivisas más populares, así como sus ventajas y desventajas.